Ante ti yo me postro, me inclino y te suplico Elyon nuestro Dios (Elyon-Eloheinu) para que perdones mis errores y fallos.
No por mi propia justicia es que yo pongo mi súplica ante ti. Lo hago por tu inmensa misericordia.
Porque, ¿qué podemos decirte Dios nuestro? ¿Cómo podríamos justificar nuestras acciones y pensamientos ante ti?
Hemos errado, hemos pecado, hemos hecho mal y hemos sido rebeldes al no cumplir con tus Mitzvot y no ser lo suficientemente justos, buenos y misericordiosos.
Decayeron nuestros rostros por nuestra culpa y se ha encorvado nuestro cuerpo por nuestros fallos.
No tenemos palabras para responder por nuestros pecados conscientes e inconscientes.
No podemos llevar la frente en alto. Ni nos consideramos aptos para hacer la ofrenda diaria de nuestros rezos y oraciones.
Dios mío, me avergüenza elevar mi rostro para clamar a ti. Pues mis transgresiones se han multiplicado por encima de mi cabeza y mi culpa ha crecido hasta los cielos.
Casi no tenemos buenas obras. Ten misericordia de nosotros, aunque no la merezcamos.
No nos destruyas por favor Elyon nuestro Dios (Elyon-Eloheinu). No mires la terquedad de nuestro actuar y ayúdanos a mejorar.
Perdona no solo mis pecados, si no los pecados de todos quienes puedan ser perdonados en este día de tu misericordia.
Nosotros no sabemos qué hacer para remediar nuestros errores. Pero nuestro corazón está siempre enfocado a adorarte y cumplir las Mitzvot de tu Torah, aunque no podamos.
Redímenos por tu amor. Pues solo tú eres misericordioso. Sálvanos en este día del perdón y cubre nuestros errores para que podamos estar limpios ante tu presencia.
Y ayúdanos a ser santos porque tú eres Santo.
Alabado seas Elyon nuestro Dios (Elyon-Eloheinu) por los siglos de los siglos.
Amén.
(Sidur Mesiánico)