Bendito eres tú Elyon nuestro Dios (Elyon-Eloheinu) por los milagros, y por la redención, y por las poderosas acciones, y por las salvaciones y por las guerras que Tú has hecho para con nuestros antepasados en aquellos días, en esta época.
En los días de Mordejai y Ester, en Shushán, la capital, cuando el malvado Hamán se levantó en contra de ellos, queriendo destruir, asesinar y exterminar a todos los judíos, desde jóvenes hasta ancianos, niños y mujeres, en un solo día, el decimotercero del duodécimo mes, el mes de Adar, y además quiso saquear su botín.
Y Tú, con Tu inmensa misericordia, desbarataste su propósito y frustraste su pensamiento, y le retribuiste el mal que planeaba sobre su propia cabeza.
Bendito seas Elyon nuestro Dios (Elyon-Eloheinu) porque salvas a tus siervos.
Bendito seas por los siglos de los siglos. Amén.
(Sidur Mesiánico)