Ingredientes
- Harina común, 1 k
- Azúcar, 1/2 vaso (opcional para personas diabéticas)
- Levadura seca, 10 g
- O levadura fresca, 50 g
- Aceite vegetal, 1/2 vaso
- Agua templada, 2 vasos
- Sal, 1 cucharadita
- Huevos, 2
- Semillas de sésamo (opcional), 1 cucharada
Preparación:
Tamizar la harina. Este es un requisito kosher que se hace para eliminar insectos (si al tamizar la harina se encuentran gorgojos hay que desecharla). También sirve este paso para darle aire a la preparación y evitar que se formen grumos.
Con la harina dentro de un bol amplio colocar en el centro la levadura (ya preparada si es levadura fresca: diluirla en un vaso de agua tibia con azúcar), o directamente sobre la harina, si es la levadura seca.
Agregar los huevos, el aceite, la sal y el azúcar y mezclar. Si en este punto querés usar el accesorio de amasar de la batidora podés usarlo para aglutinar la masa. Si no, lavate bien las manos y, sin anillos en los dedos, mezclá todo con las manos hasta armar un bollo liso y parejo. Hay quienes usan guantes quirúrgicos para amasar.
Cubrir el bollo con un repasador limpio y seco y dejarlo levar por una hora en un lugar templado.
Tomar el bollo y cortarlo en tres partes iguales. Estirar cada parte sobre una mesada limpia y seca formando 3 cilindros alargados e iguales, para hacer un pan, o en 6 para hacer dos panes más pequeños o delgados. Se logran hacer 2 jalot de 1 kilo de harina.
Trenzar los panes y ponerlos sobre una fuente para horno. Pintarlos con huevo batido y espolvorearles las semillas de amapola o sésamo.
Dejarlo descansar unos 30 minutos más para que siga levando y luego llevar al horno.
El horno debe estar precalentado durante 15 minutos a una temperatura de 180 grados.
Introducir la fuente con las jalot y dejarlas hornear durante 20 a 25 minutos.
Retirar, dejar enfriar y servir.
A este pan se lo llama jalá, palabra hebrea que significa “masa que se ofrece”.